Que hacer en caso de que no hayan personas ni pendientes con el automóvil detenido

En el presente caso nos referimos a un terreno en el que el automóvil no pueda evolucionar, es decir, donde no hay espacio para que el automóvil tome la mínima inercia necesaria y puedan las ruedas arrastrar al motor. Tal situación se nos presentará en el interior de un garaje y muy especialmente en uno de los muchos parkings de las casa de vecinos en donde los espacios suelen estar muy aprovechados. En estos casos se ha de conseguir la ayuda de una batería exterior.

Como quiera que no es fácil disponer de una batería perfectamente cargada, a menos que no se compre en aquel momento, la más práctica y mejor solución consiste en disponer de unos cables de emergencia para unir con ellos entre sí los bornes de dos baterías. En la figura 3 tenemos una vista de lo que son estos cables de emergencia.

Herramientas necesarias:

Necesitaremos unos cables de emergencia. Ninguna otra herramienta.

Se precisará, eso sí, que algún amigo o una persona generosa nos ayude desde su coche, acercándolo hasta el lugar donde tenemos el nuestro paralizado, del modo que veremos enseguida.
Disponer de estos cables de emergencia es fácil y barato, ya que su precio de adquisición es relativamente económico. Pueden sernos de la máxima utilidad cuando se trata de poner en marcha nuestro automóvil partiendo del hecho de tener nuestra batería completamente descargada.

Como puede verse en la figura 4, los cables de emergencia van provistos, en sus extremos, de unas grandes pinzas, las cuales se aplican a cada uno de los bornes de la batería del modo que el mismo cable indica, es decir la de signo menos (que suelen ser siempre de color negro) en el borne menos de la batería, y las pinzas positivas (generalmente de color rojo) en el borne positivo de la batería.

La forma de proceder es la siguiente: Primeramente se solicita la ayuda de cualquier vecino del parking que posea en su automóvil una batería con un estado de carga normal. El coche que dispone de esta buena batería se aproxima al nuestro averiado y se unen las baterías de ambos coches, a través de los cables de emergencia, de la forma que se indica en la figura 5, es decir, se comienza por colocar una de las pinzas del cable de emergencia rojo (el positivo) con el borne también positivo de la batería descargada.

Luego se coloca la pinza negra del negativo en el borne negativo de la batería de ayuda, mientras la otra pinza del extremo del cable negativo se aplica en el negativo de la batería descargada cosa que se hace como final de esta operación. Se debe cuidar de que las pinzas hagan buen contacto en sus respectivos puntos de aplicación.

De esta forma ya habremos intercalado la batería de nuestro amable vecino en nuestra instalación sin necesidad de hacer desmontajes complicados. Esta situación es la que muestra la figura 6.
A partir de este punto ya se puede pasar a dar el contacto de nuestro coche y a ponerlo en marcha de una manera normal como si se tratara de nuestra propia batería. En cuanto nuestro coche arranque podremos salir del puesto de conducción y pasar a desconectar el montaje de los cables de emergencia. Para ello es importante tener en cuenta que debe comenzarse por sacar la pinza del negativo (repetimos, cable negro) que se halla acogida en nuestra batería descargada. Debéis tener cuidado de tomar las pinzas por la parte aislada pues pueden estar muy calientes.

En cuanto la pinza negativa de nuestra batería ha sido retirada, la batería de nuestro vecino queda desconectada. Vigilar entonces que el motor de nuestro coche se mantenga en un giro a marcha lenta suficiente para que no se nos pare. Seguidamente ya podremos retirar la otra pinza (roja) de nuestra batería y las conexiones de la batería del vecino teniendo siempre en cuenta que las pinzas negra y roja no lleguen a tocarse entre sí, pues ello podría establecer una fuerte descarga eléctrica.

Por supuesto, esta operación puede realizarse también en cualquiera de las situaciones que hemos considerado al principio, es decir, en la calle o en la carretera y a pesar de disponer de una buena pen diente, aunque, en determinados momentos, puede resultar más práctico utilizar este sistema de aprovechar la inercia del automóvil durante el descenso de una pendiente que hacer el puente con los cables de emergencia y cumplir las instrucciones que acabamos de dar.

La puesta en marcha está asegura de esta forma, siempre y cuando la dificultad hubiera estado ocasionada por un motor de arranque que no funciona o una batería que se encuentra descargada. Sin embargo, pueden haber otras muchas causas por las cuales el motor de un automóvil no se pone en funcionamiento. El estudio de estas principales causas va a ser el objetivo de nuestro próximo capítulo que vamos a ver a continuación.




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