La cubierta

La cubierta

La cubierta representa el elemento exterior que caracteriza al neumático. Montada sobre la llanta e hinchada con aire a presión (en torno a los 2 bares), constituye la parte elástica de la rueda que está en contacto con el suelo, soportando el peso del vehículo y constituyendo el elemento de rodadura.

  • Carcasa o armazón:confiere resistencia y flexibilidad, soportando tanto la prisión interna como los esfuerzos transmitidos desde el exterior.
  • Capas de rodamiento y cojín:absorben esfuerzos internos que se generan por los impactos que recibe exteriormente la cubierta. También protege la zona de rodadura sin que se altere la flexibilidad de la cubierta.
  • Banda de rodamiento:o rodadura está en contacto directo con el suelo, por lo que es la zona sometida a mayor desgaste.
    Constituye un elemento importante en el comportamiento de la cubierta, ya que además de proteger la carcasa, permite el suficiente agarre e impide el deslizamiento, gracias al dibujo esculpido.
  • Hombros:evitan que la carcasa tenga roces y choques. Es la zona donde se genera más calor.
  • Costados o flancos: Deben de tener una gran resistencia a la flexión para soportar las constantes cargas y deformaciones.
  • Talones y refuerzos: protegen la carcasa y evitan que la cubierta se salga de la llanta.

En la actualidad existen muchos y variados tipos de cubiertas, diferenciándose entre sí por el tipo de aplicación, las condiciones de trabajo, el comportamiento direccional necesario,… si bien todas ellas tienen una construcción muy similar.




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