Explosión y combustión en el motor
En el momento de la llegada del émbolo al PMS, en el motor de gasolina salta una chispa eléctrica entre los electrodos de una bujÃa que se encuentran en contacto con las paredes internas de la cámara de combustión. Esta chispa dentro de la misma densa atmósfera de la mezcla aire/gasolina comprimida ocasiona la combustión rápida de esta mezcla de una manera semejante a una explosión. En este instante aumenta Considerablemente la presión dentro de la cámara y alcanza valores que, según el diseño del motor, pueden ser de los’ 40 a los 60 bar.
También la temperatura se acrecienta considerablemente. La fuerza de estas presiones desplaza al émbolo hacia el PMI y éste constituye el tiempo de trabajo de la máquina.
En el motor Diesel el proceso es diferente. Cerca del final del tiempo de compresión que vimos antes, se inyecta en la cámara de combustión una cantidad muy determinada y precisa de combustible pulverizado. Esta inyección dura, a plena carga, de 20 a 35° grados del giro del cigüeñal.
Casi inmediatamente después de empezar la inyección se produce el encendido espontáneo del combustible dada la circunstancia de que el aire comprimido está a alrededor de los 600 °C que hemos visto antes y el punto de encendido del combustible es mucho más bajo (280 °C), de modo que van aumentando las presiones en el interior de la cámara con valores que ahora pueden llegar de 60 a 90 bar y un aumento también considerable de la temperatura.
La caracterÃstica fundamental de este tiempo es la enorme presión a que se ha de conseguir introducir el combustible en el interior de la cámara dado el caso de que ésta ya se encuentra con valores de 30 a 40 bar, tal como dijimos. En efecto, la presión de inyección se estipula entre los 100 a 175 bar según el diseño del motor Diesel en cuestión.
Con esta combustión y el aumento de presiones indicadas el émbolo es empujado hacia el PMI constituyendo este tiempo el de trabajo.
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