Fallos de reglaje en el encendido del automóvil

Si la chispa eléctrica que salta entre los electrodos de las bujías no lo hace en un momento muy determinado y preciso, el motor no puede conseguir su potencia máxima. Por lo tanto, cuando hay faltó de potencia, uno de los principales puntos a considerar es la puesta a punto del encendido. En los motores provistos de un sistema de encendido eléctrico, con ruptor mecánico, el desajuste es bastante posible; pero en los motores dotados de encendido electrónico esta posibilidad es más remota. Sin embargo hay que comprobarla.

Comprobación de la puesta a punto inicial

Hay que llevar el coche al taller para que allí verifiquen que la puesta a punto coincida con el reglaje inicial indicado por el fabricante del motor. Esta operación se lleva a cabo por medio de un aparato llamado «pistola estroboscópica» que tiene características semejantes a lo mostrado en la figura 3. Después del montaje que muestra la figura y de la puesta en funcionamiento del motor, la pistola lanza un destello en el momento en que salta la chispa en la bujía de modo que se puede comprobar con gran exactitud, por medio de unas marcas realizados en la polea del cigüeñal, el momento en que es conveniente que salte la chispa.

Si las marcas no coinciden en el momento del destello es señal de que el encendido está mal ajustado y deberá rectificarse, cosa que es trabajo de taller. Cuando existe un desajuste importante de este punto inicial, además de la pérdida de potencia manifiesta, se observarán irregularidades en el funcionamiento del ralentí y también, a veces, la presencia de falsas explosiones ya sea en el tubo de escape o en la admisión según el tipo de desajuste.

Comprobación del avance

Con el mismo montaje de lámpara estroboscópica que hemos visto anteriormente, el mecánico podrá comprobar también el comportamiento del avance de encendido. Bastará acelerar el motor y subirlo progresivamente hasta un máximo de 4.000 revoluciones por minuto para ver si las marcas se desplazan en el sentido correcto.

Si los avances no funcionan correctamente, los síntomas serán, además de la falta de potencia, la presencia de tirones al acelerar acompañados de picado a bajas vueltas con marchas largas, y lenta respuesta general a los requerimientos del acelerador. No es una avería que nos pueda dejar en carretera, pero el aumento de consumo y la falta de potencia hace aconsejable no emprender ni continuar un viaje en estas condiciones.

Bujías en mal estado

Si las bujías son muy viejas y tienen sus puntas o electrodos muy abiertos o están cubiertas de carbonilla pueden producir fallos en la entrega de la chispa al motor y, por consiguiente, fallos de encendido de la mezcla. Puede bastar con limpiar cuidadosamente cada bujía y ajustar con una galga de espesores la distancia de separación entre los electrodos, pero solamente cuando se tiene la evidencia de que las bujías han funcionado durante relativamente pocos kilómetros. De otro modo, lo mejor es pasar a cambiar las bujías.

Si las bujías salen con mucha carbonilla es posible que el motor consuma demasiado aceite lo que indicaría un mal estado general del mismo o el estado general deficiente que indicamos en el apartado 5, «comprobación de la compresión».

Mal estado general del encendido

Los encendidos electrónicos pueden tener fallos que vienen acompañados, además, de dificultades en el arranque. Las causas pueden ser ahora muy variadas, desde el mal estado de la bobina de encendido, del módulo electrónico, del distribuidor o, incluso, de los cables. Es conveniente consultar con el taller antes de emprender un viaje o, si la avería se produce en ruta, ir pensando en entrar en un taller en cuanto se tenga oportunidad, en evitación de un paro definitivo en ruta.




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