Que hacer en caso de accidente vehicular
Actuaciones inmediatas
Cualquier persona puede encontrarse en carretera o en cualquier vía con un accidente recién ocurrido o incluso, presenciarlo cuando sucedía. Todo conductor sabe que por regla básica de solidaridad humana, tiene la obligación moral de hacer lo posible por ayudar a las víctimas y tratar de auxiliarlas para salvar sus vidas.
Usted debe activar de inmediato el sistema de emergencias de la localidad y ayudar a los lesionados. Si los equipos de emergencia, ambulancias, bomberos y tránsito llegan a tiempo al lugar del accidente, es como llevar el hospital hasta donde esté el afectado; si se crean las condiciones adecuadas que permitan mantener y estabilizar la condición actual de un herido, son momentos afortunados que se dan cuando un conductor anónimo, tal vez usted, supo activar la alarma rápidamente.
Cómo hacerlo en forma adecuada, siguiendo la regla general de proteger, alertar y ayudar, es el objetivo de este capítulo. Presentamos en forma resumida los pasos que debe seguir para ayudar a los lesionados, cómo alertar a los servicios de emergencia y qué no se debe hacer.
Esta es una información básica. Por lo tanto, usted debe preocuparse por conocer algo más sobre primeros auxilios. Queda claro que el contenido de este texto no pretende sustituir en absoluto, la participación de un profesional en medicina (médico, enfermera, auxiliar de enfermería, etc.), y que es sólo un esbozo general sobre tan importante tema. De todas formas, su buena aplicación puede salvar una vida.
En los últimos años, se ha cambiado la estrategia de atención al afectado en un accidente. Se ha pasado de creer que lo más importante era llevarlo urgentemente al hospital, a una nueva filosofía en la que lo prioritario es llegar cuanto antes y atenderlo en el sitio del accidente. Existe una segunda convicción: con unos conocimientos mínimos, los conductores pueden ser capaces de valorar y realizar sencillas operaciones de aseguramiento y estabilización de los pacientes en la escena, mientras llega el personal especializado. Es decir, los conductores se han convertido en un factor muy favorable en la posterior recuperación del lesionado.
Mantener la calma
La misma escena hace suponer que el evento presenta unas dimensiones que están fuera de su alcance y que sin los equipos, herramientas y capacitación adecuada seria imposible atender el siniestro. La verdad es otra: teniendo siempre presente el principio de ayuda al necesitado, podrá saber y entender cuál es la mejor forma para atender el siniestro y comprender las acciones puntuales que debe realizar, sin que las mismas afectan aún más al paciente.
Es como decir, “Despacio y con buena letra”. En esta norma, se guarda el principio de la seguridad, pues si no está alerta a los cambios que pueden darse en la escena, puede llegar a ser una víctima más y así usted dejaría de prestar ayuda a quienes la requieren en ese instante.
Recuerde también que la atención debe prestarse en colaboración con otra persona y así puede ayudar mejor a las víctimas. Nunca trabaje solo, pida ayuda.
Asegurar la escena
Hay que evitar a toda costa que a las víctimas de un accidente se le sumen otras nuevas. Para ello, el conductor que se detiene para ayudar, debe proteger el lugar, siguiendo estos pasos:
- Estacione su vehículo fuera de la carretera, con las luces encendidas y las luces de emergencia (estacionarias), puestas. Si es de noche, colóquelo de tal manera que las luces del vehículo iluminen el escenario. Señalice el lugar con los triángulos de seguridad que usted siempre lleva.
- Revise sus aptitudes: establezca si usted está en condiciones físicas y psicológicas para realizar la labor, y determine si sus acompañantes pueden colaborar. Es importante contar con elementos de protección para prestar la ayuda adecuada e intervenir en los hechos, tales como, guantes de látex, tapabocas y guantes de trabajo, entre otros, que le protegerán de una eventual contaminación o lesión por roce o caída.
¿Cómo se colocan los triángulos de seguridad?
En carreteras con doble sentido de circulación: un triángulo adelante y otro atrás del accidente, a una distancia mínima de 50 m, de manera que sean visibles al menos 100 m antes del lugar de los hechos.
En carreteras con una sola dirección (una sola vía), es suficiente con poner un solo triángulo, mínimo 50 m antes del lugar del accidente. Si se puede colocar un segundo triángulo a unos 150 m, mucho mejor aún.
Revise el lugar de los hechos, en especial en tres aspectos:
- Riesgos asociados con la escena: son aquellos que no forman parte de la misma, pero que en un momento dado, si no se mitigan a tiempo, pueden causar más daño o un segundo accidente. Pueden ser los cables de energía activos y en el piso, estructuras de viviendas debilitadas o a punto de caer, postes de servicios públicos, árboles quebrados, entre otros. Usted debe determinar la forma de evitar que estos riesgos afecten a los heridos y a la comunidad que se encuentra en el sector. Use los elementos de protección personal para evitar que usted sea otro afectado.
- Riesgos propios de la escena: son las chispas eléctricas, el derrame de combustible, el movimiento del vehículo o que se pueda rodar, y el motor en marcha, entre otros. En este sentido, apague el o los vehículos afectados, si puede ubicar la batería, desconéctela (si observa humo que sale de la parte del motor, NO ABRA ESTA ZONA. Espere que los especialistas lo hagan), coloque tacos en las ruedas para evitar su deslizamiento y asegure, desde alguna parte sólida (chasis, eje rígido, etc.), del vehículo a una parte fija, segura e inmóvil del lugar (casa, poste, árbol, etc.); si hay combustible derramado en el suelo, riegue sobre el mismo, tierra, arena o algún otro material que lo absorba y no genere conflagración. Si usted tiene un extintor en óptimas condiciones, manténgalo a mano por si se presenta fuego. Establezca el número potencial de pacientes y si hay personas que puedan colaborar en la atención de las víctimas.
- En caso de incendio del vehículo: por lo general, los vehículos no explotan, como en las películas, sino que producen llamaradas. Si actúa a tiempo con el extintor (que debe recargar cada año), puede detener el fuego.
- Si arde su vehículo: estacione sin estorbar y quite la ignición. Agite el extintor, retire el seguro e intente dirigir el chorro por debajo hacia el motor. Después, abra unos centímetros la tapa del motor, apenas lo justo para lanzar un chorro hacia el interior. ¡Cuidado! Si abre la tapa del motor por completo, la entrada de nuevo oxígeno puede avivar el fuego. No utilice agua porque no sirve en este caso.
- Para apagar el fuego, colóquese de espaldas al viento y a una distancia mínima de un metro, dirija el chorro en zigzag hacia la base de la llama. Aunque no haya incendio y dispone de extintor, téngalo cerca del vehículo accidentado.
Active el sistema de emergencias
Desde el lugar de los hechos y al mismo tiempo, informe a las entidades respectivas sobre:
- Sitio: dirección exacta, carretera, lugar. Establezca con claridad en dónde está usted, antes de hacer la llamada. Identifique algunos puntos de referencia que puedan ayudar para que lleguen los servicios de emergencia. En caso de una autopista, diga en cuál de los dos sentidos es el accidente. (ejemplo: de Bogotá hacia Melgar.)
- Tipo de evento: (accidente de tránsito, volcamiento, entre otros), y número de vehículos implicados – Posibles lesionados y cuántos.
- Equipos especializados: que sean requeridos para atender la emergencia; indique si existe riesgo de incendio, caída de estructuras, deslizamiento, etc.
No olvide su propia seguridad
- Llame a cualquiera de los siguientes números y dé los detalles del accidente. Mantenga la calma, para que la información que dé sea la más indicada y precisa.
- Dé el número del teléfono de donde está llamando. Los operadores lo necesitarán para confirmar la veracidad de su llamada.
- Espere hasta recibir instrucciones, antes de colgar. En algunas ocasiones, los operadores pueden pedirle que continúe intercomunicado, para hacerle otras preguntas o darle instrucciones de acción inmediata.
- Como norma general, NO SAQUE A LOS LESIONADOS DEL VEHÍCULO, HASTA QUE SE LES HAYA REALIZADO UNA VALORACIÓN ADECUADA POR PARTE DE LOS EQUIPOS DE EMERGENCIA.
Atención a los heridos
Antes de continuar, usted debe saber:
Lo que no debe hacerse
Es muy importante que usted sepa qué cosas no debe hacer. En general, y salvo condiciones excepcionales, estas son las principales:
- Trasladar al lesionado en su vehículo, a menos que no exista otra alternativa.
- Permitir que la víctima se mueva demasiado.
- Dar de comer o beber a los heridos.
- Administrar algún tipo de medicamento.
- Si se trata de un motociclista o de un ciclista, quitarles el casco.
- Deambular por la zona de la carretera en el lugar del accidente.
- Intentar regular el tráfico desde la propia carretera.
- Fumar en las proximidades del accidente.
- Hacer comentarios inoportunos sobre el estado del paciente o sobre las causas del evento, creyendo que el lesionado está inconsciente o no lo escucha.
- Realizar procedimientos cuando no está seguro de que sean los correctos o duda en poder realizarlos.
- Dejar a el o los pacientes solos. Mantenga contacto verbal con ellos, aunque no le respondan.
De ahora en adelante, lleve siempre unos guantes de látex en su vehículo, por si acaso tiene que actuar en un accidente.
Un mal procedimiento con algún lesionado, puede dejarlo con secuelas irreversibles o traumáticas. Muchos conductores quieren ayudar cuando se encuentran con un accidente, pero hay casos en que es mejor no actuar, porque una lesión mal manipulada puede complicarse y termina por limitar a la víctima para desarrollar sus habituales actividades.
Todo paciente que sufre un trauma debe manejarse como si tuviese una lesión de columna. Es decir, se le debe transportar en una camilla con superficie rígida, colocarle un inmovilizador cervical y llevarlo en ambulancia.
En caso de urgencia extrema y que sea estrictamente necesario sacarlo del vehículo, hacerlo entre varios, sin movimientos bruscos y manejar al herido en bloque, como si el cuerpo fuera una barra rígida, sujetando la cabeza para evitar que se mueva.
Usted siempre debe llamar a un médico o profesional de la medicina ante las siguientes circunstancias:
- Hay hemorragia abundante. Es una situación de emergencia, cuando la sangre brota durante 4 ó 10 minutos, sin parar.
- Hay un cuerpo extraño en la herida que no se desprende con facilidad. ¡Mucho cuidado!
- Si la herida es ancha y larga, necesitará ser suturada (cosida.)
- Si la herida es tal que no puede limpiarse completamente.
- Si la herida ha sido contaminada con polvo, tierra y otros.
- Si la herida es de mordedura de un animal o humano. Al primer signo de infección (dolor, enrojecimiento, hinchazón, sensación de pulsación)
- Cualquier lesión en los ojos.
Es posible que en algún momento usted encuentre un accidente que considere menor, porque aparentemente no hay heridos graves. Aún así, siempre es conveniente avisar a los servicios de emergencia.
Ahora, regrese junto a las víctimas para iniciar la tercera fase que comprende dos etapas, así:
Valoración primaria
Se realiza para determinar si la víctima presenta alguna lesión o lesiones de gravedad que pongan en riesgo inminente su vida. Para ello, usted debe:
- Acercarse a cada lesionado, de tal forma que él lo pueda ver y viceversa.
- Identificarse ante la víctima, diciendo su nombre y que va a ayudarlo. Establecer si el herido está consciente o no. Si no responde a sus preguntas, sabrá que está inconsciente y siga el paso siguiente.
- Mire, Escuche y Sienta (MES). Si el lesionado está respirando, acerque su mejilla a la boca y nariz de él, para sentir el aire respirado y oír la respiración, mientras se fija si el pecho se eleva y desciende. Si no lo hace él mismo, siga el paso siguiente.
- Ábrale la boca para comprobar si la lengua o un objeto extraño obstruye el paso del aire. Sujete la frente con una mano. Con el pulgar y el dedo índice de la otra, coja la barbilla y tire hacia fuera. Así la boca se abrirá.
- ¿Respira? Haga otra vez el MES. Si es negativo, siga con el paso siguiente.
- Coloque la cabeza en la posición natural, la misma que usted adopta cuando se sienta a conducir o se acuesta para observar el cielo. Es importante que usted comprenda la importancia de una sujeción de cabeza, pues el auxiliador que la sujete no la debe soltar, sino cuando el personal adecuado atienda a la víctima.
- Vuelva a realizar el MES. Si no hay respuesta, siga con el paso siguiente.
- Realice dos ventilaciones al paciente, las cuales se deben realizar así: tapone los orificios nasales, haciendo presión con sus dedos. Ponga la boca suya sobre la del afectado (si es un bebé, abarque también la nariz), y entre las dos bocas coloque un pañuelo o un par de tapabocas (con el fin de evitar que usted se contamine con secreciones del lesionado), y sople suavemente durante dos segundos, mientras observa si el tórax sube y baja. Apártese para que el aire salga.
- Determine si el corazón del paciente esta latiendo. Para comprobarlo, usted debe tomar el pulso, poniendo los dedos índice y corazón en la región carótida (a cada lado manzana de Adán), de un adulto; si es un menor, lo puede tomar en la cara interna del tercio medio del brazo (braquial.), entre 5 a 10 segundos.
- Presencia de sangrado abundante. Si la sangre fluye con rapidez de una herida externa, coloque su mano sobre ella, interponiendo un pañuelo. Si no cesa, eleve el miembro herido. No tapone las hemorragias de la nariz, oídos o boca.
¿Cuándo no se debe sacar a un lesionado del vehículo?
Cuando las condiciones del accidente impiden que el paciente pueda ser extraído del vehículo de manera simple y se requieran técnicas avanzadas que dominan los equipos de rescate de los organismos de socorro. Esta situación se conoce como PACIENTE ATRAPADO.
Extracción del paciente
El procedimiento debe ser realizado en cooperación con otros auxiliadores o con personas del público que se encuentre en el sitio, guardando siempre los principios de la manipulación del paciente con trauma explicados anteriormente. La víctima debe ser colocada en un lugar seguro y sobre una superficie plana y rígida, lejos del evento.
Un herido nunca debe ser trasladado en un vehículo particular, sentado o semisentado. Su traslado debe hacerse siempre en una ambulancia e inmovilizado.
Valoración secundaria
Esta valoración se efectúa para determinar si la víctima presenta alguna lesión o lesiones que si no son controladas, pueden poner en riesgo inminente su vida. En este caso, usted debe:
- Preguntar a la víctima o a los espectadores, lo que sucedió y si lo recuerda bien. Haga preguntas como nombre, dónde le duele, cómo se siente, hacia dónde se dirigía, para darse una idea del estado de conciencia del paciente revisado.
- Controlar el pulso en el mismo sitio ubicado antes o en otro que usted conozca. Se toma por un minuto y las cifras normales son:
- Controlar la respiración de tal forma, que una inhalación y una exhalación constituyan una respiración. Se mide durante un minuto y las cifras normales son:
- Revisar la apariencia de la piel en su temperatura, humedad y coloración. Una piel pálida implica compromiso circulatorio; de color azulino o violáceo, compromiso respiratorio.
- Realizar una valoración de cabeza a pies. Tenga en cuenta que debe tocar, observar y escuchar al paciente. Observe si hay salida de líquidos extraños por oídos, nariz o boca; si el tórax se mueve y en qué forma; si abdomen presenta dolor a la presión. Continúe por piernas y siga con los brazos.
En este punto, ya los cuerpos de socorro y de seguridad han debido llegar a la escena y se apersonarán de la misma. En este momento, usted hace una ENTREGA al encargado de la operación ( bombero, técnico en rescate, auxiliar de ambulancia, etc.)
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