Los filtros de combustible del automóvil

Cuando encontremos dificultades en el arranque, en un automóvil provisto de motor Diesel, las causas pueden ser muchas, desde luego, pero una de las que hay que considerar enseguida está relacionada con el filtro de combustible. Por esa razón vamos a ocuparnos un poco de este dispositivo que tiene una importancia capital en la instalación de la inyección y que, además, es fácilmente manipulable por parte del usuario.

La limpieza del filtro de combustible tiene una importancia, pues, que está muy por encima de lo que pueda esperarse de los filtros utilizados en los motores de explosión ya que el gasóleo ha de pasar por orificios muy pequeños y cualquier tipo de impureza, incluso de tamaños minúsculos, puede obturar estos conductos. También la presencia de agua introducida en el circuito de inyección tiene efectos muy nocivos. Conviene que nos extendamos un poco sobre ello.

Inconvenientes de un combustible sucio

La punta de los inyectores ha de soportar grandes presiones cuando está cerrada para impedir fugas de esta compresión. Las superficies de asiento, por lo tanto, han de ser absolutamente estancas. Si impurezas microscópicas sólidas que circularan con el combustible pasaran a asentarse entre estas superficies de contacto, o bien produjeran ralladuras en el material, el inyector sufriría pequeñísimos goteos durante el momento de su cierre los cuales serían suficientes para comprometer decisivamente el funcionamiento del motor.

Además, las bombas de inyección poseen válvulas que requieren ajustes de milésimas de milímetro y que podrían sufrir daños si el combustible no estuviera perfectamente limpio. Para limpiar el gasóleo hay que conseguir filtros altamente eficaces ya que este combustible, debido a su mayor densidad, se deshace con mayor dificultad de las impurezas que lo acompañan. La gasolina, por ejemplo, al pesar menos que el gasóleo, hace que las impurezas se hundan con facilidad en ella y vayan a parar al fondo del depósito que la contiene. El gasóleo, al ser más denso, hace que este proceso dure mucho más tiempo. Por estas razones, en la instalación de alimentación de un motor Diesel hay que contar con un filtrado especialmente eficaz.

El agua y el aire como impurezas

Pero al margen del problema de la separación de las partículas sólidas, el gasóleo tiene todavía dos factores importantes que ha de poder corregir para entrar en condiciones de buena utilización en la bomba de inyección. Estos factores son: El agua y el aire. Estos elementos pueden haberse mezclado con el combustible. Cuando ello ocurre se provocan importantes irregularidades en el funcionamiento del equipo de inyección, las cuales repercuten, como es lógico, en el funcionamiento del motor térmico.

Por ejemplo: Pequeñas cantidades de agua mezclada con el combustible y, desde luego, no apreciables a la vista, pueden determinar el mal engrase de determinados y delicados mecanismos de la bomba y los inyectores. Si el agua se combina con el azufre que contiene el gasóleo, se forma un ácido muy corrosivo que daña partes primordiales de la bomba. También durante el invierno puede llegar a helarse el agua contenida en el combustible y estas pequeñas partículas de hielo son verdaderas partículas sólidas que pueden fácilmente dañar las superficies de contacto como si de impurezas se tratara.

En cuanto al aire mezclado con el gasóleo, tiene el inconveniente de que provoca bolsas en el circuito hidráulico de modo que la presión hidráulica comprime este aire y pierde efectividad. Ocurre algo semejante (aunque a mucha mayor escala debido a las altas presiones hidráulicas a que se trabaja) que con los frenos hidráulicos de un automóvil. Si tenemos aire en el circuito el pedal se muestra esponjoso y el resultado es la poca efectividad de la frenada. Pues lo mismo ocurre en el circuito de inyección cuando hay aire mezclado con el combustible.




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