Los cristales laminados del automóvil

El tipo de cristal que reúne con las mayores garantías su capacidad para no astillarse es el llamado cristal laminado que es el universalmente utilizado en los automóviles para la luna del parabrisas por su calidad de ser inastillable. No se trata, por lo tanto, de un cristal corriente. El mayor peligro frente a los golpes se puede dar en el cristal del parabrisas y por esta razón se instala aquí este tipo de cristal que, aunque es bastante más caro de adquisición que cualquier otro, es, sin embargo, el más seguro.

El vidrio laminado se fabrica por medio de dos placas de vidrio superpuestas separadas por una lámina del plástico llamado «butirato de polivinilo» que se halla colocada entre cada una de las caras del vidrio formando como un bocadillo entre los tres elementos. El conjunto así preparado se somete a un proceso de pegado en caliente por medio de un procedimiento industrial que hace que formen como un solo cuerpo y que el cristal resultante mantenga la transparencia y esté dotado de una gran resistencia a fraccionarse en caso de golpe.

En la actualidad, como se ha dicho, todos los fabricantes equipan las lunas de los parabrisas de sus unidades con este tipo de cristal del que, sin embargo, existen dos tipos de diferente calidad, el cristal laminado normal y el de alta resistencia. Según la calidad y precio de los automóviles llevan de fábrica incorporado uno u otro tipo de cristal laminado.




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