Desmontaje y montaje de una luna del automóvil

Para comprender bien cómo ha de realizarse el desmontaje y montaje de una luna es necesario que se conozcan primero los sistemas de agarre que habitualmente tienen estas piezas de cristal.
Tanto la luna del parabrisa como la luneta trasera pueden quedar sujetas a la plancha de sus marcos respectivos de la carrocería por dos sistemas diferentes. El primero, y más tradicional, consiste en el uso de una goma de contorno que dispone de un perfil especial por medio del cual se sujeta fuertemente a la plancha del marco, por un lado; y por otro, a los extremos de la luna en toda su periferia (Fig. 36).

Existe también el sistema de encolado, del que nos ocuparemos extensamente a lo largo de este capítulo, ya que se trata de un sistema muy utilizado últimamente. De acuerdo con el diseño representado en la figura 36, el cristal se sujeta a la goma de contorno y ésta, a su vez, se haya sujeta, por medio de otro perfil, a la plancha de la carrocería. Así, el vidrio queda fuertemente sujeto, a la vez que lo hace elásticamente, ya que se apoya y sujeta en la plancha por mediación de la goma de contorno que la rodea.

Para mejorar la sujeción de los perfiles que acabamos de explicar, casi todas las gomas de contorno disponen también de un guarnecido de plástico duro en forma de junquillo que, a la vez que hace de embellecedor, comprime la goma al ser instalado, mejorando la fijación del conjunto y garantizando una mejor estanqueidad que impida el paso del agua a través de la goma de contorno.

Las gomas de contorno pueden adoptar diferentes tipos de perfiles que se han de ajustar siempre al tipo de carrocería para el que han sido fabricadas. Por lo mismo, han de tener las medidas adecuadas para un determinado tipo y forma de luna así como, en sus perfiles, a la disposición y grosor de las patillas de plancha que existen en el vano. Por esta razón deben adquirirse conjuntamente con la luna cuando no pueda aprovecharse la goma de contorno que el automóvil lleva montada de origen. Cuando se han deformado planchas que han afectado la zona superior de la carrocería es necesario casi siempre proceder al desmontaje de la luna, ya sea del parabrisas o de la parte trasera, para tener acceso a estas planchas y poder proceder a su reparación.

Los aspectos a tener en cuenta serán los siguientes:

Trabajos previos. En primer lugar se deberá observar el tipo de perfil que la goma tenga y estudiar la forma como el cristal se haya montado en ella.

La operación de desmontaje debe comenzar por la previa retirada de todos aquellos accesorios del automóvil que puedan obstaculizar la salida de la luna, la cual se tiene que sacar siempre empujando desde el interior hacia el exterior de la carrocería. Generalmente, será necesario que las escobillas del limpiaparabrisas sean desmontadas y también, posiblemente, nos puede dificultar la operación el retrovisor central, por la parte interior del habitáculo y a veces el mecanismo de sustentación de los parasoles.

Extracción del embellecedor. La primera operación que es necesario llevar a cabo, tras la retirada de los posibles obstáculos, va a ser la extracción del guarnecido del embellecedor o junquillo.

Para efectuar este trabajo se deberá buscar primero el lugar donde se juntan los dos extremos del embellecedor que se hayan unidos mediante un engarce situado, generalmente, en la parte inferior y central del cristal. Con la ayuda de un destornillador, o mejor todavía con una madera en forma de cuña, se puede proceder a hacer saltar una de las puntas de este engarce y a partir de este momento ya se podrá sacar fácilmente el embellecedor de toda la periferia de la goma (Fig. 37). Una vez retirado el embellecedor ya se podrá advertir que la goma queda más libre y flexible.

Despegado del perfil de la goma de contorno. La operación siguiente consiste en despegar el perfil de la goma de la superficie de la luna, pues es de suponer que, durante el montaje, se le habrá aplicado una capa selladora para impedir el paso del agua caída sobre el cristal.

En la figura 37 tenemos una serie de cuatro dibujos que nos muestran la forma de operar para realizar esta operación de desmontaje del perfil de goma. Una vez retirado el embellecedor, se debe trabajar por la parte interna del habitáculo para realizar la operación que queda representado en el dibujo 1 de la citada figura 37. Aquí, con un destornillador, se está haciendo descender de su posición la goma hasta conseguir hacerla saltar de su asiento en la pestaña de plancha que sostiene la totalidad de la goma de contorno.

Como que la goma se resiste a ser retirada con facilidad, es conveniente hacer lo que se indica en el dibujo, es decir, ayudarse de dos destornilladores haciendo palanca entre ellos. El objetivo de este trabajo es conseguir que la pestaña de la goma de contorno llegue a introducirse por encima de la pestaña de plancha, tal como nos muestra el dibujo 3. Así pues, para conseguir la retirada del cristal hemos de preparar previamente toda la goma de contorno hasta el punto en que se haya colocado de la forma que muestra finalmente la figura 37 en el dibujo 4.

Extracción de la luna. La operación siguiente ya consistirá en la extracción del parabrisas para lo cual se necesitará, como mínimo, la colaboración de una persona que nos ayude desde el exterior para hacerse cargo de la luna en cuanto ésta salga de su alojamiento.

El modo de proceder que en la práctica da mejores resultados consiste en tenderse en el asiento delantero derecho y colocar los pies sobre el vidrio, de modo que pueda hacerse buena presión sobre el mismo, y además esta presión se pueda controlar con toda suavidad y progresividad en todas las partes del cristal a medida que éste se desprende de la patilla de la plancha del marco.
En la figura 38 se puede ver la forma de colocar los pies sobre la luna para ir presionando del modo descrito. En esta operación es conveniente ir calzado con zapatos de suela de goma, pues en todos los casos se corre el riesgo de la rotura de la luna, por lo que hay que estar preparado.

Desde un punto de vista práctico, al presionar sobre la luna desde el interior, la goma de contorno salta de su alojamiento en las patillas de la plancha del marco. Éste será el momento en que la luna quedará libre de su sujeción al marco y saldrá de su alojamiento conjuntamente con la goma de contorno. Precisamente necesitamos la ayuda de un segundo operario para que, colocado en la parte exterior del automóvil, se haga cargo de la luna cuando ésta salga totalmente gracias a la fuerza realizada con las piernas por el operario que permanece dentro del habitáculo.

Hay cristales que se resisten mucho a saltar (depende de su ajuste al marco de plancha) y hay que dosificar la fuerza con mucha experiencia para detectar el momento en que se está forzando demasiado la luna. Normalmente se comienza presionando por la parte superior y, cuando esta parte de la luna se desprende, se presiona por los laterales finalizando por la parte baja.
Si existe la duda razonable de que el cristal no va a aguantar un sistema de extracción como el descrito, la mejor forma de actuar va a consistir en cortar sencillamente la goma de contorno por todo el perímetro de la misma.

Con la ayuda de una cuchilla, y del modo que se muestra en la figura 39, se puede cortar toda la goma de contorno sin demasiadas dificultades, desde el perfil de la luna, con lo que ya no habrá ningún problema en la retirada de la misma. En este caso lo que ocurre es que inutilizamos la goma y no podrá ser aprovechada en el próximo montaje. No obstante, piénsese que la goma es mucho más barata que la luna.

Cuidados con la luna desmontada. Una vez desmontada la luna y su goma de contorno se deberá proceder a guardar en el taller la luna de vidrio con todo cuidado para que no sufra daños. La mejor solución es envolverla en una manta y dejarla en un sitio seguro donde no sea probable que reciba golpe alguno.

Luego ya se puede pasar a hacer la reparación que sea necesaria en la plancha y cuando ésta esté terminada se deberá pensar en montar de nuevo la luna en el marco del parabrisas.  Precisamente para que la luna ajuste bien en este marco hemos recomendado siempre la perfecta medición de las cotas esenciales del marco del parabrisas cuando nos hemos ocupado en la descripción de reparaciones de esta parte de la carrocería.

Montaje de la luna. El montaje de la luna se debe comenzar por la revisión de la goma de contorno para decidir si ésta puede aprovecharse o no, según se observa su estado de agrietamiento.

Para observar el agrietamiento se dobla la goma a lo largo de todo su cuerpo de la manera que muestra la figura 40. Si aparecen grietas o superficies muy rugosas, o si la goma está muy dura y ha perdido elasticidad, quiere ello decir que la goma no deberá aprovecharse en semejantes condiciones, pues no podrá garantizarse la estanqueidad entre el marco y el cristal. Una vez decidido el cambio o no de la goma de contorno, debemos pasar a observar con atención el estado de la plancha de la pestaña del marco, enderezándolo cuidadosamente con un martillo y un tas hasta conseguir que no ofrezca ninguna superficie irregular ni bucle alguno en la linealidad de la plancha. Este trabajo es muy importante no solamente para facilitar la colocación de la luna, sino también para evitar la entrada de agua una vez montada.

Seguidamente se deberá proceder a la limpieza de la pestaña del marco del parabrisas, donde se alojará la goma de contorno. También ésta deberá someterse a una escrupulosa limpieza que consistirá en reseguir con todo cuidado el interior de cada uno de los labios o ranuras en las que se alojan tanto el cristal como la plancha del marco, a la búsqueda y extracción de cualquier cuerpo extraño por minúsculo que pueda parecer.

Especialmente si el cambio de la luna se realiza por haber existido una rotura previa de la misma, resulta muy frecuente encontrar entre estas ranuras pequeños fragmentos de cristal que hay que sacar en todos los casos. También resulta muy importante rascar la goma para liberarla de todo resto adherido de sellador, ya que este producto, una vez desmontado el vidrio, habrá perdido su efecto y de no sacarlo producirá más contacto entre la goma y el cristal, dejando intersticios por los que el agua a presión puede colarse.

Por supuesto, estas operaciones no serán necesarias si se trata de una goma nueva; pero, de todos modos, siempre es conveniente hacer una revisión de las ranuras y labios de la goma de contorno antes de montarla. También hay que retirar el sellador de la pestaña del marco. Debemos observar muy atentamente que en esta pestaña no queden restos de pasta selladora ni tampoco exceso de pintura, pues todo ello puede modificar y hacer irregular el espesor de la pestaña.

Desde un punto de vista práctico se debe observar si sobre la pestaña hay el más mínimo resto de oxidación. Si es así, es preciso tener en cuenta que la corrosión progresará y ello se traducirá con el tiempo en una deformación de la pestaña que afectará a la goma y podrá producir una vía de entrada de agua. En caso de que existan estos puntos de oxidación es norma en el taller que el planchista proceda a quitar la herrumbre con un cepillo de cerdas metálicas hasta encontrar la plancha viva y aplicarle entonces una protección antióxido. Luego se pinta con un pincel el pequeño trozo afectado y se espera a que se seque para proceder al montaje de la goma de contorno y, posteriormente, de la luna.

La operación de montaje de la luna comienza por la colocación en ésta de la goma de contorno, en la ranura o labio correspondiente, de modo que la goma quede bien encajada en todo el perímetro del cristal. Para facilitar la entrada de la goma de contorno en los bordes de la luna, que no siempre resulta fácil, se acude en el taller al sistema de untar con jabón líquido los labios de fijación. Con ello se consigue una rápida, profunda y fácil entrada del vidrio en todo su perímetro.

Desmontaje y montaje de una luna del automóvil Glosario y Manuales

Este mismo truco hay que utilizarlo en la ranura o labio que deberá acoplarse a la pestaña de plancha del marco para facilitar aquí también la entrada de la goma. Precisamente en este punto la entrada es todavía más comprometida que en el caso del mismo cristal. Una vez montada la goma de contorno en la luna se debe tomar una cuerda, de unos 4 mm de diámetro, que se coloca cuidadosamente por el interior de la ranura que deberá acoplarse a la pestaña del marco, dejando unos extremos libres por la parte baja de la goma de contorno.

Este montaje ha de quedar de la manera que muestra la figura 41 en la que se aprecian los extremos del cordel señalados con la letra A. Es necesario asegurarse de que el cordel se halle perfectamente colocado en el interior de la ranura para que el montaje de la luna se efectúe sin dificultades adicionales. La operación siguiente ya consiste en presentarla luna del parabrisas sobre el marco, observando con toda atención que la goma se encare correctamente frente a la pestaña del marco, visto ello desde el interior del vehículo.

El operario necesitará aquí la ayuda de un compañero que desde el exterior de la carrocería le sostenga la luna y haga presión hacia el interior obligando al vidrio a entrar del modo que vamos a ver. La teoría de este trabajo consiste en estirar de los extremos de la cuerda con la suficiente fuerza como para que ésta salga de la garganta de la ranura en que se halla alojada. Al salir se verá obligada a levantar esta garganta o labio, momento que se aprovecha para que penetre en su lugar la plancha de la pestaña del marco del parabrisas.

Mientras el ayudante ejerce presión desde el exterior sobre el cristal, el operario tira de la cuerda paralelamente a la luna hasta que ceda y salte la ranura levantando el labio de la goma, de modo que se introduzca la plancha en el momento que la cuerda sale (Fig. 42).El operario va estirando de los extremos de la cuerda por todo el perímetro del cristal mientras recibe una ayuda combinada con la presión que el otro operario pueda darle desde el exterior. De este modo deberá entrar la goma en la pestaña.

Una vez efectuada la operación anterior conviene verificar con toda atención la buena entrada de la goma en la plancha del marco. Esta operación hay que hacerla no sólo con la vista sino también con el tacto, palpando con atención por todo el perímetro de la goma, para asegurarse de que se halla totalmente montada sobre el marco. Si se observa que en algún lugar el labio de la goma no ha saltado completamente y permanece plegado en el interior, se puede acudir a golpear suavemente sobre uno o ambos lados del cristal, con lo que es muy probable que la goma salte de su alojamiento falso y se coloque en posición correcta. Se recomienda, en este caso, golpear con la palma de la mano enguantada con una manopla, para no forzar excesivamente el cristal.

La operación de montaje de la luna ha de acabar con la aplicación de una masilla selladora por todo el perímetro en la unión de la goma con el cristal (Fig. 43). Con la ayuda de un trozo de madera en forma de cuña (o la punta de madera de un pincel) se levanta la goma y se le introduce la pasta del sellador para parabrisas. Esta aplicación requiere cierta práctica y cuidado ya que conviene que ésta se realice en una línea continua, sin interrupciones y con una buena cantidad del producto. Cuando la goma vuelve a su posición escupe parte de la masilla aplicada. Este exceso hay que limpiarlo lo antes posible utilizando un trapo embebido en gasolina, pues si se deja que se seque será mucho más difícil sacar estos restos que ensuciarán el cristal.

El sellado no es preceptivo en todos los casos. Cuando la goma es nueva y por lo mismo suficientemente elástica, el sellado puede no ser necesario, cosa que no suele ocurrir cuando la goma es aprovechada. Una vez realizadas todas las operaciones descritas hasta este momento, ya se puede proceder al montaje del embellecedor. En este caso recuérdese que la presencia de esta moldura no tiene la misión exclusiva de embellecer el marco, sino que actúa más bien como elemento que presiona la goma para sujetar con mayor efectividad la luna. Por lo tanto, no debe omitirse este montaje aun cuando alguien pueda preferir, desde el punto de vista estético, mejores resultados sin la presencia de este junquillo.

La colocación de la moldura se lleva a cabo con un trozo de madera en forma de cuña o con la punta de un destornillador que no pueda cortar. Con ello se abre paso para la colocación de la moldura por todo el perímetro de la goma. El montaje se dará por completamente acabado cuando se hayan colocado otra vez los elementos que fue necesario retirar para el desmontaje de la luna, tales como los limpiaparabrisas, los parasoles o el retrovisor central, así como cualquier otro elemento que hubiera sido necesario desmontar en la operación de retirada de la luna.




Califica este Artículo:



Un comentario en Desmontaje y montaje de una luna del automóvil

  1. Fanny Cristina López Chaves Dice:

    Que bueno.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *