Aprenda usted mecánica automotriz útil en 58 páginas
Todo lo que voy a escribir aquÃ, en el presente capÃtulo, no es una cosa indispensable para saber luego reparar las pequeñas cosillas que se le pueden averiar a uno cuando su querido automóvil está en ruta. Confieso que, incluso antes de escribir este capÃtulo, he dudado mucho de si todas las breves descripciones de mecanismos que hago a continuación, tendrán para el lector alguna utilidad importante y, por lo tanto, si era, o no, necesario escribir un capÃtulo semejante.
La causa de mi duda era la siguiente: Si a una persona que nada sabe de Mecánica (permitidme ponerlo con letra mayúscula) se le hace leer un breve capÃtulo de sólo 58 páginas, cuando, con toda su buena voluntad, ha terminado la lectura… sigue sabiendo nada de Mecánica. Es inútil esforzarse: El tema es demasiado amplio. A veces resulta endiabladamente difÃcil para comprender los movimientos sincronizados de varias piezas que funcionan a la vez; a veces no se entiende fácilmente el porqué de determinados funcionamientos si no se comprenden previamente las leyes fÃsicas en las que se basan (y no serÃa cuestión de empezar aquà a exponer fórmulas fÃsicas). Pretender que en un capÃtulo de tan pocas páginas alguien, partiendo de la nada, sea capaz de hacerse con los conocimientos necesarios para realizar con soltura todas sus reparaciones ante averÃas surgidas en la mecánica de su motor, es una cosa tan optimista como esos regocijantes libritos que nos aseguran en su tÃtulo «Aprenda Usted alemán en 10 dÃas». Ni el alemán ni la Mecánica pueden aprenderse en diez dÃas, ni tan siquiera en diez veces diez dÃas, como dirÃa la Biblia. Todo ello es, en verdad, bastante más complicado.
Sin embargo, aquà me tenéis, escribiendo este capÃtulo.
¿Por qué me dispongo a escribir una cosa tan inútil? Pues os lo diré enseguida: Porque no creo que este capÃtulo sea nada infructuoso ni superfluo, ni creo tampoco que, si no conocéis lo que es la Mecánica vaya a serviros su lectura de poca cosa. Todo ello por la siguiente razón: No voy a pretender que vosotros aprendáis Mecánica, sino, sencillamente, que tengáis los conocimientos mÃnimos necesarios para que, cuando en el resto del libro yo diga la palabra «bobina», por ejemplo, vosotros sepáis que es una pieza perteneciente al «encendido» que se encuentra necesariamente en contacto, por medio de cables, con otra pieza que se llama «cabeza del distribuidor» que suele andar adosada en la parte alta de la «culata» del motor, donde se encuentran las «bujÃas». Si no sabéis estas pequeñas cosas, los nombres y la situación de aquellos órganos que son responsables de muchas averÃas leves, ¿cómo vamos a entendernos?
Asà pues, para aquellos que tienen conocimiento de lo que es un motor, aunque sea bastante superficial, y pueden identificar sin demasiadas dudas el «caudalÃmetro» de la inyección, el «módulo de encendido», el «servofreno» o el lugar donde se encuentra la «bomba de agua» o la «unidad electrónica de control», por poner solamente breves ejemplos, pueden apostar doble contra sencillo de que la lectura de este capÃtulo va a servirles para bien poca cosa.
Pero para todos aquellos señores —o señoritas, que espero que también se encuentre entre mis lectores aquello que antes se llamaba, no sin mucha cursilerÃa, el «bello sexo»—; pues para todos aquellos señores y señoritas que a la sola mención de todas las palabrotas que acabamos de mencionar en cursiva, con nuestra mejor intención, se queden perplejos o como saliéndoles humo de la cabeza, no cabe duda que el presente capÃtulo es, modestia aparte, lo más necesario que va a leer en esta vida si lo que pretende es poder enfrentarse a las posibles emergencias de un automóvil enfermizo. Por lo tanto este capÃtulo, ¡vaya si es importante! Incluso más de lo que yo me creÃa cuando, hace un momento, comencé a escribir las primeras palabras de este párrafo.
Podemos hacer un prueba sencilla. Se trata de un juego sin pretensiones, como esos que se insertan en las revistas de ocio para entretenimiento de sus lectores. Veamos cómo, en la figura 1, tenemos lo que podemos ver cuando levantamos la tapa del cofre, o capó, de un automóvil CITROEN, modelo ZX Volcane 1.9, con motor de 1.905 centÃmetros cúbicos y con 130 CV de potencia máxima.
La pregunta es: Señale Usted dónde se encuentra la «baterÃa», el «filtro de aire», el «colector de admisión», el «alternador» y el «mando de la mariposa del acelerador». ¿Los ha localizado sin dudar? Pues compruebe los resultados consultando la figura 2 en la cual se encuentran todos estos elementos destacados del motor. Si los ha adivinado todos, un diez. Si sólo ha adivinado 3, un cinco… si ha adivinado menos de dos, ¡venga, no lo piense más!, a la lectura reposada de este capÃtulo que, total, solamente tiene 58 páginas.
De todos modos no soy tan optimista que imagine que, con la sola lectura de este capÃtulo, la gran cantidad de nombres extraños que van a aparecer en lo sucesivo puedan quedar en la memoria de todos mis lectores. Por eso, en previsión de posibles lapsus, he creÃdo oportuno añadir, al final del libro, una especie de pequeño Ãndice conteniendo las palabras especializadas relativas al automóvil: en caso de que exista una duda será fácil conocer enseguida su significado siguiendo las llamadas y esto dará mayor agilidad al proceso de reparación de la averÃa en ruta, que es el objetivo fundamental del grueso del presente libro. Hechas ya estas aclaraciones creemos llegado el momento de pasar a ver qué es el motor de un automóvil y las partes principales de que consta este vehÃculo.
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Un comentario en Aprenda usted mecánica automotriz útil en 58 páginas
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queria saber si me ayudaban con un motor de un ford ranger 2.3 gasolina me entrregaron el motor desarmado y quisiera ver si tienen los puntos de tiempo gracias, y muy buena pajina para apreder mecanica…