Válvulas del automóvil que no cierran

La falta de potencia también puede provenir del conjunto de las válvulas Si la puesta a punto del motor es correcta, otra de las causas puede encontrarse en la falta de estanqueidad de la cámara de combustión lo que ocasiona fugas que debilitan los resultado de la explosión. Ello se debe a que las válvulas no funcionan correctamente. Por lo general, el conductor advierte dificultad para conseguir elevar el número de revoluciones del motor por encima de las 4.500. La falta de potencia es manifiesta a cualquier régimen y además es frecuente escuchar falsas explosiones o retornos, ya sean en el sistema de carburación o en el tubo de escape.

Si el fallo se produce en las válvulas de escape, se puede detectar el problema escuchando un silbido anormal a la salida del tubo de escape, de la forma que se está haciendo en la figura 4. Si el problema es de las válvulas de admisión se pueden escuchar retornos en el colector de admisión. No es avería para que os deje «tirados» en la carretera, pero no tardéis demasiado en ir al taller para que solucionen el problema.

Todas o alguna válvula están «pisadas»

En el lenguaje del taller se suele decir que una válvula está «pisada» cuando, en posición de reposo, no consigue cerrar completamente el orificio de entrada o salida de gases porque el mecanismo de empuje se lo impide. Esta situación solamente puede darse cuando se ha realizado un ajuste y el trabajo se ha efectuado de una forma inadecuada. Cuando se produce este defecto hay que tener en cuenta que puede resultar que el motor funcione correctamente en frío y el defecto aparezca o se extreme a medida que el motor está cada vez más caliente. Este es un comportamiento que delata la mala operación de reglaje de válvulas realizada. Su ajuste es trabajo de taller.

Muelle de válvulas roto o muy débil

La falta de estanqueidad de una válvula, o de un grupo de ellas, puede establecerse también por la rotura de sus muelles. La falta de presión que se origina en el sistema determina la falta de estanqueidad que se observa y con ello las fugas de compresión que producen la falta de potencia. Escuchando el ruido del motor cuando está funcionando al ralentí se advierte con facilidad, para un oído experto, el ruido que determina este defecto, en la parte alta de la culata.

Juego en las guías de válvula

Un excesivo juego en la guía de la válvula con respecto a la caña de la misma puede producir una cierta desviación y, como consecuencia de ello, un mal contacto entre la cabeza de válvula y su asiento. Así tendremos también falta de estanqueidad. Este defecto vendrá acompañado de un alto consumo de aceite y ensuciamiento de las bujías con carbonilla. Hay que desmontar la culata y reacondicionarla, cosa que hay que realizar, por supuesto, en el taller.

Mal ajuste de la válvula en su asiento

Las válvulas pueden no asentarse completamente bien en sus asientos labrados en la culata. Cuando esto ocurre tienen fugas que significan una pérdida de la compresión y de la explosión. Esta avería se produce cuando el motor lleva muchos kilómetros. En este momento es conveniente proceder a desmontar la culata y a hacer un nuevo esmerilado de válvulas, operación que debe ser llevada a cabo en un taller.

Árbol de levas con las levas desgastadas

También en los motores que han realizado muchos kilómetros puede observarse falta de potencia por el hecho de que las válvulas no acaban de abrirse lo suficiente para dar paso a la dinámica de los gases. En este caso el culpable puede ser el mismo árbol de levas, el cual puede haber desgastado la altura de las levas y, como consecuencia de ello, el empuje de las válvulas es menor del que sería necesario. En la figura 5 podemos ver cómo, en un taller, se mide la altura máxima de la leva y de este modo se conoce si el árbol de levas está en buenas condiciones de aprovechamiento. De no ser así, hay que sustituir este importante eje y ello es trabajo de taller.