Cosas pequeñas y útiles para reparar nuestro automóvil
Tubos de plástico
Esta es también una pequeña cosa que no ocupa sitio, es muy barata y en determinados momentos puede sernos bastante útil. Basta que sea un tubo de plástico de un diámetro que vaya entre los 8 a los 10 milÃmetros. Puede servirnos para trasvasar gasolina de un punto a otro. También si existe una fuga o rotura en el cable de suministro del carburador.
Cables eléctricos
Seguramente no los tendremos que emplear mucho, pero si nos encontramos ante una averÃa eléctrica nos pueden sacar de importantes apuros. Veamos primero la clase de los cables eléctricos que deben formar parte de nuestra dotación. En primer lugar, uno o dos metros de cable eléctrico fino para corriente de baja tensión, podrá servirnos para sustituir cables que se hayan quemado ya sea de la bobina o de las luces.
En segundo lugar es prudente llevar también un trozo de cable de alta tensión por si se hallan en mal estado alguno de los cables de este tipo que llevan las bujÃas, procedentes del distribuidor. Un cable ele alta tensión, que se distingue por poseer un aislante muy grueso, lo podemos ver también en la figura 25, señalado con las letras AT. En esta misma figura el cable de baja tensión se ha señalado con la letra C.
Si sois muy previsores es buena cosa llevar también unas cuantas abrazaderas, tal como se ve en la figura, y también unos cuantos tornillos, tuercas y arandelas, de diferentes tamaños, porque a veces estas cosas pueden sernos muy útiles en el caso de pérdida de alguno de los elementos de este tipo en la sujeción de algún mecanismo del motor, y ello puede servirnos para salir de mal paso. Si entendéis algo de electricidad, también unas pinzas de cocodrilo (CO, en la figura 25) pueden sernos útiles en determinados momentos en los que tengamos que hacer un «puente».
Una persona que sea muy previsora, con todo lo que hemos visto anteriormente (además de las herramientas), yo creo que va lo suficientemente bien servida como para no tener que preocuparse, en lo que cabe, si en carretera le ocurre algún pequeño percance mecánico. Por lo menos va provisto de un equipo con el que se pueden reparar muchas cosas a poco que, claro está, tenga los mÃnimos conocimientos necesarios.
Fusibles
Pero su dotación estará más completa si añade a lo dicho algún accesorio eléctrico, entre los que cabe destacar la presencia de los fusibles. Muchas averÃas eléctricas pueden ser debidas a la fusión de estos pequeños accesorios, en cuyo caso podemos tener problemas que se pueden solucionar muy fácilmente con un fusible de repuesto. Sin embargo, no todos los fusibles son iguales ni en forma ni en valor eléctrico, por lo que se precisa saber cuáles son los adecuados para nuestro automóvil.
En el mercado se pueden encontrar fácilmente conjuntos de fusibles especÃficos para cada marca y modelo en donde, tal como nos muestra la figura 26, se encuentra cada uno de los fusibles de valores diferentes que el automóvil puede necesitar en un momento dado. Lo mejor es hacerse con uno de estos conjuntos o «kits» de fusibles pero al elegirlo hay que tener en cuenta que sea adecuado para la marca y el modelo concreto de coche que tenemos.
Pero si nuestro coche es poco corriente, bastará con mirar en el manual del usuario y allà está descrito el valor de todos los fusibles y el lugar que ocupan en la instalación. Se tendrán que comprar los fusibles del tipo y el valor que se indique en el manual citado. Por lo general los fusibles pueden ser de 5, 7 y 12 amperios (aunque pueden haber otros de mayor valor). Cuando un fusible de funde y nos deja sin corriente una parte de la instalación, hemos de sustituirlo por otro del mismo valor. Pero no vamos a continuar con esta explicación porque ya le dedicamos un capÃtulo aparte, más adelante, al tema de los fusibles.
Juego de lámparas
Dejando aparte que el Código de la Circulación hace preceptivo el hecho de llevar recambio de las lámparas de posición, la realidad es que un estuche conteniendo un ejemplar de las principales lámparas que utiliza nuestro automóvil nos puede servir de mucho si, durante un viaje, sufrimos algún apagón parcial que no solamente puede reducir nuestra visión nocturna sino que puede resultar de alto riesgo si la posición de nuestro automóvil no queda bien clara para los otros usuarios de la vÃa de modo que, por ejemplo, confundan nuestro automóvil con una motocicleta. En este caso hay que proceder de inmediato a solucionar la averÃa y no proseguir el viaje sin tomar esta precaución. También más adelante nos ocupamos de la forma de realizar los cambios de las lámparas por lo que ahora no vamos a extendernos más sobre este aspecto.
Algunas otras cosas
Un hombre precavido añade a su dotación de a bordo alguna de las más corrientes piezas que pueden romperse de una manera inopinada en el modelo, tipo y marca de automóvil que vaya a conducir. Se trata pues, de accesorios especÃficos de un coche en concreto y debe para ello asesorarse en su mecánico habitual para realizar la compra, no sea que adquiera un elemento que no se acople debidamente a su motor por haberse cambiado a lo largo de sucesivas series de fabricación.
Entre los accesorios de este tipo pueden figurar, en primer lugar, las correas de arrastre. La correa que mueve el alternador o la bomba de agua (o ambas a la vez), o la bomba de la dirección asistida u otros mecanismos que son vitales para continuar el viaje, deben llevarse de repuesto.
También conviene llevar un juego completo de bujÃas por si tenemos problemas con alguna de ellas. Las bujÃas deben tener un tamaño y un llamado «grado térmico» que no es exactamente igual para todos los modelos de automóviles. Por lo tanto deberemos consultar nuestro manual del usuario o bien al mecánico para asesorarnos de no llevar unas bujÃas que después no nos sirvan para gran cosa. Por otra parte, también hay que tener en cuenta que algunos fabricantes diseñan sus motores de modo que, hoy en dÃa, resulta muy difÃcil para un usuario sacar las bujÃas, ya que se precisa de herramientas muy especiales o de desmontajes previos que no están al alcance de un aficionado. Si esto es lo que ocurre en su coche, puede que un juego de bujÃas de repuesto no le sea demasiado útil en un momento dado, precisamente por la dificultad de efectuar el cambio.
Tiene menos importancia pero también es conveniente llevar una lata pequeña de aceite del que consume el motor asà como una garrafa de plástico conteniendo lÃquido para la refrigeración del motor. Especialmente este último puede rendirnos gran ayuda si, durante el verano, el automóvil se calienta demasiado y tiene pérdidas de lÃquido con lo que aumenta su temperatura aún más.
Una parada a tiempo y la reposición del lÃquido después de unos minutos para conseguir estabilizar la presión del interior del circuito puede ser fundamental para permitirnos continuar el viaje sin posteriores contratiempos. Ambos elementos pueden ayudarnos a llegar hasta un mecánico que nos repare algún tipo de averÃa debido a fugas por las juntas que determinan estos circuitos. Pues bien: Teniendo a mano todas las cosas que se acaban de indicar en este capÃtulo y con un poco de habilidad y habiendo asimilado los conocimientos que se darán a lo largo del presente manual, yo creo que cualquier persona medianamente hábil está en condiciones de poder reaccionar ante una averÃa, analizar las causas más probables, y conseguir por lo menos, llegar «hasta el próximo pueblo» en donde encontremos, seguramente, un taller con su experto mecánico, el cual, con sus conocimientos profesionales, nos resuelva la averÃa y nos permita seguir con nuestro viaje proyectado. Este es el objetivo principal que pretendemos con el presente manual. Y a ello vamos a dedicarnos de una forma decidida y práctica, a partir de este momento.
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