Restitución de la forma de la plancha del automóvil

Ahora vamos a tratar el otro de los procedimientos que citábamos al principio. Se trata de conseguir la restitución de la forma del panel de revestimiento de la puerta sin necesidad de cambiarlo. Cuando una puerta ha sufrido un golpe que la ha deformado, conseguir la restitución de la forma de la plancha sin el cambio de ésta y su sustitución por una pieza de repuesto, también puede ser posible aun cuando ello depende de la importancia del golpe y del tipo de deformación que la plancha haya sufrido.

Por ejemplo: cuando una plancha ha recibido una abolladura demasiado profunda ocurre que no solamente la plancha se deforma, sino que a la vez se estira, de modo que cuando se pretende desarrollar la parte castigada no es nada fácil recomponer la forma original porque la plancha tiene ahora, en determinados puntos, más longitud que antes. Las técnicas de desabollado de las planchas son, por supuesto, aplicables al caso que nos ocupa ahora. Pero hay que tener en cuenta que las puertas disponen, en general, de una profundidad de embutición pequeña por lo que la recuperación de las formas suele ser más difícil en la plancha de estos elementos que en la propia aleta.

Hay que proceder, pues, con mucho cuidado en la forma de picar con el martillo para que no se produzca el estirado del material que traería consigo el abombamiento de la forma general de la plancha. Siempre que se pueda, es mejor acudir al cambio del panel, a menos que los daños de las puertas sean poco importantes y pueda recuperarse fácilmente la forma mediante un picado suave o con la ayuda de tranchas, y se prevea un fácil disimulo de las partes rayadas por medio de un enmasillado superficial.

Una vez las puertas han sido reparadas y pintadas tendrán que montarse todos los accesorios que fueron previamente desmontados. También tendrá que montarse la puerta en la carrocería a base de colocar los pasadores de las bisagras, actuando de forma inversa a como vimos para el desmontaje.




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