Renault y sus eléctricos en Salón de Barcelona

Renault y sus eléctricos en Salón de Barcelona

Renault ha apostado en los últimos meses por la tecnología eléctrica, y así se demostró en la 36ª edición del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, que concluyó ayer con un balance positivo respecto la edición del año 2009 (mismas visitas pero más ventas). Los protagonistas del stand de Renault eran los concept car R-Space y Captur, pero los visitantes mostraban más interés por los eléctricos.

El Renault R-Space, que se presentó en la última edición del Salón de Ginebra, es un monovolumen de 4’25 metros de largo que pretende, no solamente aportar modernidad al segmento, sino también optimizar consumo y prestaciones. Cuenta con una caja de cambios de doble embrague y un motor de gasolina 0.9 tricilíndrico que entrega 110 caballos de potencia y consume 3’7 litros por cada 100 kilómetros.

El Captur, por su parte, es un todoterreno con tracción delantera del que partirán tres SUVs Renault con base Nissan, entre ellos la versión francesa del Juke. Monta un motor diésel 1.6 dCi con una potencia de 160 caballos acoplado a una caja de cambios también de doble embrague. Mide 4’2 metros de largo, y su principal objetivo es cambiar la mala fama que proporcionó el Koleos (sobre todo por su estética) a Renault en lo que a diseño de SUVs se refiere.

Pero como decíamos, el principal atractivo del stand de Renault en el salón fueron los eléctricos. En el recinto destinado a las pruebas de coches, Renault daba la oportunidad de conducir la Kangoo y el Fluence, ambos con motor eléctrico, y la lista de espera se alargaba hasta 5 horas para probar el sedán.

Las diferencias estéticas respecto la versión sedán se centran en el exterior: nueva parrilla frontal; pilotos traseros más grandes, de tono azulado; y mayor longitud para albergar las baterías. Estas baterías están situadas entre la banqueta de asientos traseros y el maletero, de modo que la capacidad de éste se ve muy reducida.

Otro protagonista del stand que atrajo muchas miradas fue el Twizy, un vehículo urbano que según versiones podrá conducirse sin carnet de conducir. Su bajo peso y sus dimensiones hacen que no disponga de ABS en la versión cuadriciclo (no es obligatorio) ni de dirección asistida. Su radio de giro es muy grande, idóneo para las grandes ciudades.

A diferencia del Fluence, el Twizy solamente se puede recargar mediante la carga estándar, en 3 horas y media. La principal característica es la disposición de los asientos: dos ocupantes, uno detrás del otro, el de atrás con las piernas alrededor del asiento delantero. Finalmente, el último eléctrico presente en el stand era el Zoe Preview, un utilitario que adelanta parcialmente el diseño del futuro Clio.

Una de las ventajas de los eléctricos de Renault es que la marca ha puesto en marcha iniciativas de intercambio rápido de baterías (estaciones Quickdrop, de la empresa Better Place) que ya funcionan en países como Israel o Dinamarca. En el stand había una maqueta animada que mostraba el proceso. Resulta un punto a favor viendo el tiempo que tardan en cargarse las baterías.




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