Montaje de las planchas de repuesto
Una vez desmontadas todas las planchas deterioradas se debe pasar a realizar el trabajo de preparación de las planchas de repuesto que van a sustituir a aquéllas. Estas piezas necesitan una preparación y una técnica especial para cada caso.
Generalmente se tendrá que comenzar por preparar la plancha del pasarruedas que es la última que hemos retirado anteriormente y la primera que se va a sustituir. La pieza de repuesto se presentará sobre la zona de la carrocerÃa donde debe ir montada y de esta forma se tomará nota del lugar por donde se deberá cortar, teniendo en cuenta los 10 mm de más que, como mÃnimo, deben dejarse tal y como se puede observar en las figuras 14 y 15.
El corte inicial, para separar la parte de la pieza de repuesto que desechamos (zona rayada en dichas figuras), aparece señalado con lÃnea discontinua. El margen de unos 10 mm comprende el espacio entre esta lÃnea discontinua y la continua (señalada con X en la figura 14 y con Yen la 15).
Finalizada la presentación se procederá a preparar los bordes de la nueva plancha del pasarruedas. Se comenzará por un esmerilado y después se deberá aplicar una protección anticorrosión a base de cinc, del mismo modo a como se hizo con la plancha aprovechada.
Seguidamente sujetaremos la pieza de repuesto a la carrocerÃa mediante pinzas autoblocantes (Fig. 16). Es conveniente, una vez que estén sujetas las piezas, comprobar el ajuste de la superposición y las medidas originales.
Cuando la presentación definitiva sea correcta y el ajuste sea perfecto debe pasarse a la soldadura de los bordes de contacto, los cuales deben estar en buenas condiciones, pues de no ser asà se tendrá que efectuar un repaso con un martillo de aplanar y una sufridera o tas hasta que las superficies de los bordes se ajusten perfectamente.
Iniciaremos el proceso de soldadura por el borde cercano a la torreta de la suspensión (Fig.17). La soldadura se hará por el procedimiento MIGMAG, realizando cordoncillos intermitentes (de unos 15 mm de largo cada uno y separados entre 6 y 7 cm. Esta soldadura se hará en el borde entre la pieza ya existente (A) y la de repuesto (B), tanto por el interior como por el exterior.
Cuando hayamos terminado procederemos a la soldadura por puntos del margen superpuesto.No habrá que olvidar la soldadura de los soportes de elementos como el depósito del lavaparabrisas (Fig. 18, C y D) o el tubo de freno (Fig. 19), u otros elementos cuya disposición varÃa de unas carrocerÃas a otras.
Seguidamente soldaremos la calandra al pasarruedas derecho (Fig. 20) con soldadura MIGMAG de cordones intermitentes (zona D) y por puntos (zona C). Igualmente procederemos a soldar otras zonas: por puntos en A y B de la figura 21 y por MIGMAG de cordón seguido en la zona E de la figura 22.
A la vez que se van realizando todas estas soldaduras es importante comprobar el ajuste de la plancha del capó, por si fuese necesario hacer alguna rectificación. El capó se monta fácilmente, atornillando las bisagras que lo sujetan a la carrocerÃa (Fig. 23), en este caso lo está a la traviesa del salpicadero y del revestimiento inferior del parabrisas.
Igualmente, será fácil montar la aleta, que también irá atornillada, y de la que asimismo deberemos comprobar el ajuste. Al montar la aleta no hay que olvidar el colocar una cinta insonorizante.
Después de realizadas todas las operaciones de soldadura podemos decir que el trabajo del planchista se puede dar por terminado, y que las planchas nuevas que han sustituido a las deterioradas, vienen de fábrica con la correspondiente capa de protección.
Sin embargo, el planchista debe tener cuidado de que las zonas de unión entre la calandra y la aleta del guardabarros estén perfectamente selladas para que no pueda penetrar en ellas la humedad y el agua.
Se coloca primero cinta adhesiva a lo largo y a ambos lados de las juntas de unión entre las piezas, dejando sin proteger sólo la ranura formada por dicha junta. A continuación se aplica el sellador, ayudando con el dedo a que penetre bien a fondo hacia el interior de la ranura.
Se deja secar el sellador que hemos depositado durante el tiempo que indica el fabricante del producto y ya se pueden sacar las cintas adhesivas.
En algunos talleres es práctica habitual efectuar el sellado después de la primera capa de pintura y antes del acabado de la misma. A veces son los propios pintores quienes efectúan este trabajo al mismo tiempo que realizan la preparación de las superficies para pintar.
Por último, entra de lleno en la responsabilidad del chapista velar por que las condiciones de anticorrosión se mantengan después del trabajo de reparación o sustitución de las planchas.
Cada fabricante indica las zonas exactas de aplicación en sus modelos, tanto de productos anticorrosión (generalmente no cerosos) como de insonorización.
Esta protección debe ser aplicada especialmente en los cajeados y en los bajos de la carrocerÃa de las zonas reparadas.
Una vez hechas todas las operaciones hasta aquà explicadas, el planchista podrá dar por terminada la reparación. Ahora la carrocerÃa deberá pasar a las manos de los pintores.
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