Mazda MX-5 también se puede transformar en un Rat Car
El cultura Rat Rod es realmente curiosa para los que no entiendan de coches. Cuando los aficionados a los coches tienen uno del que están realmente orgullosos suelen conservarlo como si hubiese acabado de salir del concesionario. Bien cuidados, limpios, etc… En la cultura Rat Rod esto no es así, y prima el poder conducirlo y que sea usable antes que poder lucirlo en perfecto estado.
Normalmente son coches americanos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, preferiblemente roadsters de los años ‘30. Para su “diseño” se basan en las técnicas de construcción de principios de la década de los ‘50: aprovecha lo que tienes y hazlo como puedas, pero que funcione. Más o menos, así se podría definir el proceso de construcción de este Mazda MX-5 ratcarizado por su dueño.
Por que sí, aunque pueda parecer mentira, lo que vemos en las imágenes es un Mazda MX-5. Pero no nos echemos todavía las manos a la cabeza, cuando empezó el proceso de construcción de este Rat Car el pobre ya estaba para desguace. Su dueño decidió invertir su tiempo libre en modificarlo tras un choque por alcance, que destrozó la parte trasera de su Mazda MX-5.
En lugar de enviarlo a la prensa y que pasase a criar malvas en forma de cubo metálico, decidió aprovechar lo que quedaba usable del chasis, el motor, la transmisión, suspensiones, el diferencial trasero y todo el sistema de dirección y a partir de ahí, construir un nuevo coche con el aspecto de un Rat Rod clásico. Usando varias piezas de algún Cadillac, de un Packard y de varios Ford, consiguió hacer algo útil.
El resultado no está nada mal y podría pasar por un coche que aún sigue funcionando a pesar de haber estado pudriéndose al sol durante varias décadas en el patio trasero de cualquier casa de Estados Unidos. Lo único que puede que llame más la atención es el motor, que destaca demasiado ya que para seguir la tónica en los EEUU, le faltan cuatro cilindros más.
Por cierto, lo denomino Rat Car y no Rat Rod porque para tener esa denominación la base del coche debería ser anterior a los años ‘50. Como la cultura Rat Rod se ha ido extendiendo a modelos más actuales y que pueden venir de prácticamente cualquier segmento, se utiliza el término Rat Car para diferenciarlos de los Rat Rod puros y duros.
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