Bloqueo de puertas con mando a distancia para el automóvil
Por si el hecho de cerrar todas las puertas desde una sola de ellas no fuera suficiente comodidad para el usuario, todavÃa se han ideado sistemas de cierre y abertura de las puertas a distancia, de manera que el conductor ni siquiera se ve en la necesidad de tener que introducir la llave tanto al salir como al llegar a su automóvil para tener libre acceso a su interior. Ello ha dado origen al llamado bloqueo de puertas con mando a distancia, que en algunos casos como el de la figura 24, puede accionar un sistema complementario de alarma.
La verdad es que este sistema no comporta variantes en el equipo de cierre centralizado, tanto en lo relativo a la parte mecánica como eléctrica. La innovación más importante hemos de encontrarla en la integración en el circuito de un receptor de rayos infrarrojos que se puede poner en contacto con un telemando en posesión del conductor desde el que éste puede dar órdenes de apertura o cierre de las puertas.
El receptor de rayos infrarrojos está constituido por una pequeña caja que se suele colocar formando parte del conjunto de iluminación interior en el techo del vehÃculo, parte delantera. Como puede verse en la figura 25 sus elementos fundamentales son el captador de rayos infrarrojos (1), que recibe las órdenes del telemando. Va provisto también de un led indicador óptico (A) que manifiesta su estado de funcionamiento y un pulsador de memorización del código (B). El receptor, cuando recibe la señal del telemando, actúa como un desviador y, como quiera que está conectado en paralelo con los motorreductores de las puertas anteriores, puede conectarse con una centralita de bloqueo de puertas.
En lo que se refiere al telemando, consiste en una pequeña caja electrónica provista de un circuito impreso que constituye su memoria, el dispositivo emisor de rayos infrarrojos y una pequeña baterÃa de 6 voltios, recambiable. Se trata, por supuesto, de un mando manual del tamaño aproximado de un llavero más o menos parecido a lo que nos muestra la figura 26. Como podemos ver aquÃ, consta de un pulsador (1) con el que se emiten, desde la pantalla (2), los rayos infrarrojos que activan en el receptor la orden de apertura o cierre de las puertas. Como es natural, estos aparatos se protegen por medio de un código que debe ser previamente grabado. El telemando se entrega con una tarjeta adjunta (3) en la que se ha escrito el código, generalmente de cuatro cifras no modificables pero que, dada su composición, representan una posibilidad entre 59.048 de ser descifradas. Además, consta de un led (4) que se ilumina en el momento de su funcionamiento.
En lo que se refiere a la baterÃa del telemando, suele estar facultada para un número elevado de operaciones que pueden estimarse, por término medio, en unas 3.500. Al llegar a esta cifra es necesario proceder al cambio de la baterÃa del telemando. Cuando un vehÃculo provisto de mando a distancia sale de fábrica, lo hace con un código estándar para que pueda ser verificado con un telemando general que se posee en la fábrica. Sin embargo, cuando el vehÃculo se entrega al cliente se debe sustituir el código estándar por el código del aparato transmisor o telemando que se le proporciona al usuario.
Generalmente, los receptores están facultados para recibir más de un código para cubrir asà las posibles necesidades de aquellos vehÃculos en los que se prevé la utilización conjunta de varios conductores. En este caso, cada persona autorizada para conducir el vehÃculo debe tener un telemando diferente con su código particular, código que el receptor puede identificar sin problemas. En la figura 27 puede ver el lector cómo se halla integrado el receptor de rayos infrarrojos en el circuito del cierre centralizado. Vemos aquà que, en este diseño, forma parte del plafón (1) de iluminación interior. El receptor de rayos infrarrojos (2) se encuentra integrado, desde aquà y a través de la caja de fusibles y relés, con la centralita de control del bloqueo de puertas (5).
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